Es víspera de navidad. Raimundo pregunta la hora cada 5 minutos. Ya no aguanta más. Lo único que quiere es que sean las 12 de la noche para poder abrir el regalo que le trajo el Viejito. Come con su familia, pero no disfruta nada, no tiene hambre, tiene un nudo en la guata.
En otra casa, muy lejos, está Nachito. Está triste, pero por otra razón. Está solo. Sus padres están trabajando. Lo único que le pide al viejito, es que le traiga a sus papás temprano a la casa.
Llegan las 12. Tenemos dos finales felices, los dos niños recibieron los regalos que querían, pero ¿Cómo Raimundo y Nachito pueden ayudar al viejito y a sus padres?
Lo más probable es que al igual que ellos, en sus casas hayan escuchado a sus papás decir que estamos en año de crisis. ¿Qué significa esto? En el fondo, se traduce en que hay que restringir los gastos de la casa.
¿Cómo pueden ayudar? Son niños, así que no pueden pretender salir a trabajar para ayudar en sus casas, pero si pueden ayudar a sus padres con los gastos.
Cómo buenos niños, lo más probable es que haya algún juguete que nos los deje vivir en paz, que sueñen con el y sea lo único en que piensan. Pero tienen que saber que esos “juguetes nuevos”, no son las únicas cosas con las que pueden divertirse. ¿Cómo creen que lo hacían los niños que nacieron en 1900? Está la escondida, la pinta, las cartas, el dominó, los países, el fútbol, entre miles de juegos más, que podría seguir escribiendo por siempre, que si bien no tienen ni la tecnología ni la modernidad de los de ahora tienen una costumbre y una magia que ningún juego último modelo puede alcanzar. Incluso pueden invitar a sus papás a que participen con ustedes. Ellos deben ser demasiado buenos. Lo van a pasar bien y lo mejor de todo, ¡no van a gastar ni un peso!
Salidas entretenidas para superar la crisis
Por María Jesús Galleguillos
La crisis no solo afecta a la parte financiera de las familias, sin duda, también dañan significativamente el estado de animo y el sentido del humor de los padres. Esto se traduce en la poca tolerancia y la falta de paciencia y de ganas que tienen con sus hijos, los que pocas veces entienden la crisis.
Pero a todos estos pequeños que, tristes y decaídos, observan sus padres revisar cuentas y más cuentas, les contamos algunas forma para distraer a los papás y pasarlo bien en familia, todos unidos, sin necesidad de gastar dinero.
En primer lugar, podemos ir a la siempre entretenida plaza del barrio, donde hay variados juegos que permiten que los niños se mantengan jugando constantemente. Los padres pueden sentarse en la banqueta a observar a sus hijos mientras, por ejemplo, disfrutan de un buen libro o de una agradable conversación.
Por otra parte, a los que no le gusta salir de la casa, esta la cocina. Siempre es agradable decirle a la mamá o al papá que se pongan el delantal y comiencen a realizar una receta del libro de la abuelita, que por supuesto, es dulce y de pocos ingredientes, para economizar gastos. En esta instancia se estrechan los lazos entre padres e hijos y se disfruta de una rica comida preparada por todos.
Otro panorama, es agarrar la bicicleta y salir andar junto con los padres por las calles cercanas al hogar. Esta es una muy buena forma de distracción tanto para niños y adultos, los que, al observar el paisaje y tomar aire, podrán ordenar sus ideas y pensamientos.
Finalmente, siempre está el infaltable juego de mesa que reúne a toda la familia entorno a una entretención en común, que los hace pasar de un momento agradable y sano, permitiendo distraer la mente, ahorrar plata y sobretodo disfrutar en familia de momentos unidos.
Ahorro en las comidas de los niños, unido a una alimentación sana
Por María José Osorio ReyesUno cree que no es muy fácil ayudar a sus padres cuando se habla del área de juntar platita, sobre todo cuando te sientes con poca edad encima.
Lo cierto es que no importa cuánto tiempo llevas en el planeta, siempre tienes la vida para poder ayudar a tus seres queridos. Ahora ¿cómo saber lo suficiente para ayudar a nuestros papás? Te tengo un consejo, y lo mejor de todo es que aparte de ayudarlos a ellos, ¡estás ayudándote al mismo tiempo!
Esta recomendación consiste en lo siguiente, pero primero pongámonos en la situación. Cuando vas al colegio, una de las cosas más gustosas es comerse un paquete de Papas Fritas, de Ramitas, Doritos, etcétera. Pero sabemos exactamente de dónde proviene la plata para comprar: de Mami y Papi.
Muchas de las casas de donde venimos, están llenas de frutas que se compran en la feria, como las manzanas, por ejemplo.
La idea de este consejo es la siguiente: ¡No gastar de más! Si tenemos frutas en el hogar, que aparte de ser ricas y nutritivas, no es necesario pedir $500 pesos más y comprarnos comida chatarra en el quiosco de la esquina.
Ahora, si no tenemos fruta, podemos llevarnos una botella de leche, por ejemplo (que todos tenemos el derecho a exigir a nuestros papás) o por último, cocinar con los ingredientes que tengamos: galletas de avena, galletas de granola, galletas de avellana, etcétera. Sólo bastan esos mismos $500 pesos diarios, pero las gastas en los componentes de lo que quieras comer y las galletas puedes hacerlas durar hasta más de una semana.
Ésta y muchas más razones tienes para no sentirte excluido en el tema de la crisis. Sólo debes ser capaz de poner en práctica estos consejos y será una molestia menos para tus papás.
Cuida el planeta…y el bolsillo de tus papás
Por Felipe Herrera A.
Generalmente somos descuidados a la hora de ahorrar energía. Estamos viendo tele, jugando al computador y con las luces de la pieza encendidas al mismo tiempo, inútilmente. Eso se traduce en un gasto de energía innecesario. Primero porque, por si no lo sabías, la energía gastada es irrecuperable. La electricidad que nosotros usamos es generada muy lejos de nuestras casas, en las centrales eléctricas que generalmente se encuentran en las montañas. Estas, generan electricidad a base de agua.
Esa misma electricidad es la que llega al enchufe, lista para ser usada. Pero no malgastada, como generalmente hacemos. Ese mal uso de la electricidad se refleja, a fin de mes, en la cuenta de la luz. Porque no es gratis.
También, muchas veces somos descuidados a la hora de ir al baño. No son pocas las veces que queda la cadena del retrete mal pasada, o la llave del lavamanos o de la ducha mal cerrada. Esos descuidos significan un inútil derroche de agua dulce. Y desperdiciar agua dulce en estos tiempos es un lujo que no nos podemos dar. Primero que todo, porque hay miles de niños como tú, que no tienen agua para beber. Segundo, porque el agua dulce es un recurso escaso. Y este hecho es el que nos lleva al tercer punto. Como es escaso, es caro. Sí, el agua también la pagan los papás todos los meses.
Entonces te recomiendo ser cuidadoso con la energía y el agua. No son recursos que abunden en estos momentos, así que cuidándola estarás ayudando a nuestro planeta. Y a tus papás.